Desequilibrado en el aire, desde casi ocho metros, el balón golpeó el cristal y entró mientras la luz roja del tablero refulgía como nunca antes. Del 78-80 al 81-80. De la desventaja en la eliminatoria a asestar un golpe psicológico al Real Madrid, el eterno y crecido rival.
Al principio el partido parecía ser de los del Madrid pues llevaban una ventaja de 17 puntos.
La distancia era de 15-20 después de los 10 minutos iniciales.
Erazem Lorbek recibió balones y los convirtió todos en canasta. 5 de 5 en tiros de dos puntos, 1 de 1 en triples, y la sensación de que la defensa blanca no podía frenarlo. Un aro pasado espectacular de Víctor Sada evitó que los blancos enfilaran los vestuarios con una renta más grande que el 37-43 que reflejó finalmente el marcador.
En un tercer parcial los merengues lograron una diferencia de +17 puntos con respecto a los azulgranas.
La inercia en ese momento era muy favorable al Real Madrid. Xavi Pascual y sus jugadores protestaron algunas decisiones arbitrales y encendieron al público del Palau. Con un cuarto por delante, el resultado era de 54-66 a favor de los blancos.
Con dolor o sin él, mermado o al cien por cien, Navarro es siempre peligroso. Hasta que el 'Chacho' Rodríguez decidió apretar el acelerador. Un triple y una entrada a canasta casi obligaron al Regal a rendirse.
Lorbek y Mickeal empujaron a muerte para que el partido no languideciese. Puro corazón. El Madrid se quedó anclado mientras los catalanes iban pegando "mordiscos" al marcador.
Con 78-80, Sergio Llull se jugó un triple. Fue una decisión más impulsiva que inteligente. El rebote cayó en manos de Eidson que le dio el balón a Marcelinho. El resto es historia. Historia imborrable del FC Barcelona, el justo vencedor de un duelo que jamás dio por perdido.
Aquí unas fotos:
Barça Regal-Madrid (81-80)
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